Las alforjas de San Miguel, Cajamarca, artesanía para cuidar el
medio ambiente. Menos plástico en el mar.
Los mares están afectados seriamente por la contaminación creciente
y acumulativa con plástico, que como basura, se acumula formando enormes islas
artificiales flotantes, cuyo proceso de descomposición puede durar cientos de
años. Los plásticos, en muchas formas (botellas, bolsas, juguetes,
herramientas, soportes de diversos productos) son descartables y como no se reciclan
ni tratan adecuadamente, llegan inevitablemente a los mares. Cada segundo se
arroja más de 200 kilos de plástico a mares y océanos; el 70% se va al fondo
marino y el 15% se queda flotando. Cada año se vierten 8 millones toneladas de plástico
en el mar; se estima que para el 2050 habrá, en peso total, más plástico que
peces
En el Perú, año 2018, por la mala gestión de residuos o
basura, solo el 0,3% de las bolsas, botellas, sorbetes, tecnopor y demás
plásticos que recogen las municipalidades es recuperado; el 43,7% termina en un
botadero, los ríos y finalmente en los mares. De las 950 mil toneladas de
plástico compradas cada año, 74,8% se convierte en basura que es recogida por
los trabajadores municipales la recogen. El 56% de dichos residuos es trasladado
a un relleno sanitario (lugar formal de almacenamiento de la basura); solo el
0,3% del total es reciclado. El 43,7% restante, equivalente a 309 mil
toneladas, termina en descampados o botaderos a cielo abierto, es quemado o
arrojado a los ríos, para terminar en el mar.
¿Qué pasa en pueblos alejados de la costa, en la sierra y
partes altas del territorio peruano? ¿Qué destino final tienen los diversos
objetos de plástico arrojados en los caminos rurales? ¿Sólo tienen impacto
local? No, porque con las lluvias, los vientos, los plásticos son arrastrados
lentamente hacia los ríos, luego a los mares en un proceso inevitable e
imparable.
La educación cívica y la formación de la conciencia ecológica
son necesarias para enfrentar el problema de la contaminación y minimizar sus
efectos. En San Miguel, provincia de Cajamarca, y en otras provincias, existe
la costumbre ancestral de usar vistosas alforjas para llevar las compras del
mercado y otros bienes.
¿Qué es una alforja?
La alforja es la
tradicional bolsa tejida con hilos de colores y originales diseños se usa en
los pueblos y zonas rurales de la región Cajamarca; la alforja es una muestra
de nuestra cultura y de la coherencia con la consigna de cuidar el medio
ambiente.
La alforja es parte inseparable de la indumentaria de la
población rural; como lo es la cartera de las mujeres en las ciudades. Las
paisanas las llevan para realizar las compras o actividades cotidianas, en
reuniones amistosas para comentar los sucesos del día, en reuniones familiares,
en eventos públicos; siempre con sus inseparables alforjas.
Las alforjas, versátiles y vistosas, son aptas para mujeres y hombres,
se pueden llevar en todo momento y circunstancias; siempre presentes, lo mismo
que los sombreros, objetos de adorno que nunca estará ausente del vestuario.
¿Llevaría usted una alforja para hacer sus compras?
San Miguel (Cajamarca, Perú) y el encanto de los pueblos
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La iglesia de San Miguel (Cajamarca, Perú) – una obra
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